Siete años después de su última visita al país, Chayanne volvió a pisar suelo peruano y lo hizo con fuerza. La noche del jueves 17 de julio, el Estadio Nacional fue testigo de un espectáculo que combinó nostalgia, romanticismo y un derroche de energía que dejó sin aliento a miles de seguidores que colmaron el recinto desde tempranas horas. Bajo el marco de su gira “Bailemos otra vez”, el artista puertorriqueño demostró que, a sus 57 años, sigue siendo dueño del escenario con la misma vitalidad que lo catapultó a la fama décadas atrás.

Desde los primeros acordes, el público estalló en euforia. Carteles como “Chayanne, mándame un beso y te perdono la pensión” o “Chayanne, mi mamá siempre quiso que me casara contigo” reflejaban el cariño multigeneracional que el artista ha sabido conservar. A las 9:10 p.m., con un total black look, Chayanne rompió el silencio con un medley compuesto por “Bailemos otra vez”, “Salomé” y “Boom Boom”, provocando que la zona Platinum abandonara por completo los asientos numerados para bailar y corear de pie.

“Esta gira la hacemos con el alma, para ustedes, los de siempre, los que están desde el inicio. Gracias por tanto”, dijo conmovido. En respuesta, el público no paró de aplaudir, gritar y seguir cada movimiento de su ídolo. Clásicos como “Provócame”, “Caprichosa” y “Cuidarte el alma” hicieron retumbar el estadio. El momento más emotivo llegó con “Atado a tu amor”, que fue coreado por todos como si se tratara del himno del Perú.

Baile, romance y un final que quedará en la memoria

Chayanne no solo cantó, también se entregó con cada gesto, palabra y sonrisa. “¡Qué placer estar en Lima otra vez! ¡Qué energía tienen, mi gente hermosa!”, exclamó ante un público totalmente rendido a sus pies. Las baladas “Yo te amo”, “Volver a nacer” y “Completamente enamorado” encendieron la nostalgia y provocaron abrazos, lágrimas y besos entre parejas que encontraron en sus letras el soundtrack de sus historias de amor.

“Mi amor hacia ustedes es especial… No sabía si iba a volver a presentarme. Tienen un país tan hermoso”, confesó en uno de los momentos más íntimos del concierto. Las canciones continuaron con “Palo bonito”, “Este ritmo” y “Fiesta”, acompañadas por coreografías que mostraron que su sello latino sigue intacto.

La recta final trajo una dosis doble de emoción: primero con “Si nos quedara poco tiempo”, “Te amo y punto” y “Humanos a Marte”; y luego con un gesto que desató la locura colectiva: Chayanne invitó a una fan al escenario para moverse al son de “Bailando bachata”. La afortunada, visiblemente emocionada, se tomó una selfie con su ídolo, a quien le escuchó decir: “Espérame en el camerino”.

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El cierre fue apoteósico. “Madre tierra”, “Dejaría todo” y “Tiempo de vals” marcaron el tramo final de un espectáculo cargado de energía y romanticismo. Con “Un siglo sin ti” y “Torero”, el Estadio Nacional se entregó por completo en una última ovación que selló la velada.

“¡Qué noche, Lima! ¡Me la llevo en el alma!”, exclamó Chayanne antes de desaparecer entre luces, aplausos y fuegos artificiales. Una noche que no solo fue un concierto, sino una celebración colectiva del amor, la música y la conexión eterna entre un artista y su público.

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