A medida que las amenazas cibernéticas continúan evolucionando y las tecnologías avanzan a gran velocidad, las empresas enfrentan desafíos cada vez más complejos en la protección de sus datos y sistemas. Según un reciente informe de Check Point, las organizaciones enfrentan un promedio de 1,168 ataques cibernéticos semanales, lo que representa un aumento del 38% en comparación con el año anterior. Esta creciente amenaza pone en evidencia la sofisticación de los ciberataques dirigidos, lo que exige a las empresas fortalecer sus estrategias de seguridad.
En América Latina, las cifras son igualmente alarmantes. Un informe de Kaspersky reveló que más del 40% de las empresas en la región han sido víctimas de algún tipo de ciberataque, con el phishing y el ransomware como las principales amenazas. Estos métodos de ataque no solo buscan interrumpir operaciones, sino también comprometer información crítica, lo que pone en riesgo la integridad de las empresas y la confianza de sus clientes.
En 2024, los ataques cibernéticos no solo están aumentando en número, sino que también están adoptando formas más sofisticadas e innovadoras para burlar las defensas de las organizaciones. Kelly Quiroga, especialista en ciberseguridad de SUPRA, destaca que las empresas deben estar preparadas para afrontar estos nuevos retos tecnológicos que se presentan. Quiroga señala que la automatización y el uso de inteligencia artificial por parte de los atacantes son solo algunos de los desafíos que demandan una respuesta rápida y eficaz por parte de los equipos de seguridad.
4 retos tecnológicos cruciales en ciberseguridad para empresas este 2024
Para protegerse eficazmente de estos crecientes ataques, las empresas deben enfrentar cuatro retos cruciales en ciberseguridad para 2024:
— Complejidad de la infraestructura tecnológica: la creciente complejidad de la infraestructura tecnológica, que incluye la integración de múltiples plataformas y sistemas, representa un desafío significativo para las empresas. La interoperabilidad entre diferentes tecnologías y la gestión de múltiples proveedores pueden crear vulnerabilidades si no se manejan adecuadamente.
— Protección de datos en la Nube: con el aumento del uso de servicios en la nube, las empresas se enfrentan al reto de asegurar los datos almacenados y procesados en entornos cloud. A pesar de que los proveedores de servicios en la nube implementan medidas de seguridad robustas, la responsabilidad compartida entre el proveedor y el cliente a menudo se malinterpreta.
— Amenazas avanzadas y tecnologías emergentes: las amenazas cibernéticas continúan evolucionando, con ataques cada vez más atractivos como el ransomware y el phishing dirigido. Las empresas deben mantenerse al día con las tecnologías emergentes y las tácticas de los atacantes para proteger sus sistemas.
— Cumplimiento regulatorio y normativo: el cumplimiento de las normativas de ciberseguridad y privacidad de datos se ha vuelto cada vez más complejo, especialmente con la implementación de regulaciones globales como el GDPR y la CCPA. Las empresas deben asegurar que sus prácticas y tecnologías cumplan con estos requisitos para evitar sanciones y proteger la información personal de los clientes.
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