• Día Mundial contra la Neumonía: ¿Es esta infección pulmonar contagiosa?

    La prevención de la neumonía severa es posible mediante diversas medidas, siendo la vacunación una de las más efectivas. Además, es fundamental llevar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco.


    Si no se trata de manera oportuna, la neumonía puede dar lugar a complicaciones graves, que pueden comprometer la salud del paciente. (Foto: Shutterstock).
    12 de noviembre del 2024
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    Sandi Narciso

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    La neumonía es una de las enfermedades más peligrosas a nivel global, siendo responsable de la muerte de 2,5 millones de personas anualmente. Esta infección pulmonar afecta a los alvéolos, los sacos de aire que permiten el intercambio gaseoso en los pulmones, y puede ser causada por diversos microorganismos como bacterias, virus u hongos. Los síntomas característicos incluyen fiebre, tos persistente, esputo, dificultad para respirar, malestar general y debilidad. Sin embargo, la intensidad de los síntomas puede variar dependiendo de la gravedad del caso y del agente causal.

    La neumonía se puede contraer de diferentes maneras. La neumóloga Fátima Ortega, de la Clínica Ricardo Palma, explica que la infección se transmite principalmente a través de gotas respiratorias cargadas de gérmenes, que se dispersan cuando una persona infectada tose o estornuda. También puede originarse a partir de la propagación de gérmenes presentes en la nariz, garganta o senos paranasales. El tiempo de incubación varía, pero generalmente oscila entre 1 y 3 días después de la exposición al agente infeccioso.

    Diagnóstico y tratamiento de la neumonía

    El diagnóstico de la neumonía suele realizarse mediante una combinación de exámenes médicos y estudios de imagen, como radiografías o tomografías de tórax. En algunos casos, se examinan muestras de esputo o sangre para identificar el microorganismo que está causando la infección. Sin embargo, según la Dra. Ortega, en aproximadamente la mitad de los casos no se logra identificar con precisión el agente causal.

    El tratamiento varía dependiendo del microorganismo responsable de la neumonía y de las condiciones de salud del paciente. En muchos casos, los antibióticos orales son suficientes para tratar la infección de manera ambulatoria, especialmente en personas jóvenes y saludables. No obstante, en pacientes mayores o aquellos con comorbilidades, el tratamiento puede requerir hospitalización, antibióticos intravenosos, oxígeno y, en casos graves, incluso soporte ventilatorio.

    La neumonía es una enfermedad grave, pero con el enfoque adecuado, su prevención y tratamiento son posibles, salvando vidas. (Foto: Difusión).

    Prevención de la neumonía

    La prevención de la neumonía severa es posible mediante diversas medidas, siendo la vacunación una de las más efectivas. Además, es fundamental llevar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco. Otros factores preventivos son mantener una buena higiene, como lavarse las manos de manera adecuada, evitar el contacto con personas enfermas y asegurarse de que los espacios donde se vive y trabaja estén bien ventilados.

    Si no se trata de manera oportuna, la neumonía puede dar lugar a complicaciones graves, que pueden comprometer la salud del paciente. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran la falta de oxígeno, el derrame pleural (acumulación de líquido alrededor del pulmón), el empiema (pus en la cavidad pleural) y la formación de abscesos pulmonares. En algunos casos, estas complicaciones pueden requerir ingreso en una unidad de cuidados intensivos y el uso de respiradores para asegurar la oxigenación adecuada del paciente.

    Recuperación tras la neumonía

    La duración de la recuperación depende de la gravedad de la infección. Si el caso es leve, la persona puede retomar sus actividades cotidianas en una semana. Sin embargo, en los casos graves, la recuperación puede prolongarse hasta un mes o más, lo que puede afectar significativamente la calidad de vida del paciente. Por ello, es importante recibir tratamiento adecuado y seguimiento médico constante.

    Para mantener una salud pulmonar óptima, la Dra. Ortega recalca la importancia de controlar enfermedades preexistentes como el asma, la EPOC, las bronquiectasias y afecciones cardíacas o metabólicas. Estas condiciones pueden hacer que el cuerpo sea más susceptible a infecciones respiratorias como la neumonía, lo que subraya la necesidad de monitoreo médico regular y la adherencia al tratamiento.

    ¿Cuándo consultar al médico?

    Finalmente, la neumóloga enfatiza que ante la aparición de síntomas como fiebre persistente, tos intensa o dificultad para respirar, es fundamental buscar atención médica. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son esenciales para prevenir complicaciones y asegurar una recuperación más rápida y eficaz. La prevención, la vacunación y el tratamiento oportuno son claves para combatir la neumonía y reducir su impacto en la salud de la población.

    La neumonía es una enfermedad grave, pero con el enfoque adecuado, su prevención y tratamiento son posibles, salvando vidas y mejorando la calidad de vida de los afectados.

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