Churros. Esa masa delicada, crujiente y rellena de crema pastelera suele ser la adoración de muchos peruanos. Aunque su origen es incierto –algunos dicen que España o China-, sin duda, se ha convertido en una suerte de dulce de bandera.

Erick Sierra Sánchez es una de esas personas que por la tarde o noche iba con la abuela a comprar los clásicos churros al Centro de Lima. Inspirado por ese sabor y los recuerdos de la infancia decidió abrir Doña Churrita en el corazón de San Borja, ahí donde nadie ofrecía churros.

Clásico reinventado

Este emprendimiento nació en plena pandemia, en mayo de 2020, en un pequeño local de la avenida San Luis. Erick quiso ir más allá y decidió reinventar el tradicional churro relleno de crema pastelera. Así, adicionó otros cuatro sabores –manjarblanco, chocolate, lúcuma, avellanas y maracumango- que hoy son la sensación.

Como todo emprendedor, en un primer momento Erick lo fue todo: cocinero, limpiador, repartidor y marketero. Sin embargo, el éxito le sonrió pronto. Solo siete meses después abrió un local más grande en el mismo San Borja.

En este nuevo local, él decidió ampliar la carta y ofrecer otros dulces tradicionales como mazamorra morada, arroz con leche, champús, helados artesanales, entre otros. “Nuestro local es un ambiente familiar, más grande, donde tiene que haber oferta para todos”, señala Erick.

Sueños de expansión:

Al día de hoy, Doña Churrita cuenta con más de 35 trabajadores que atienden de lunes a domingo, bajo el comando de Erick y su familia. Los fines de semana el local se llena y cada vez más los comensales piden nuevos productos. “Próximamente adicionaremos picarones a la carta”, dice Erick.

Por esta razón, este año piensan abrir un nuevo local en San Miguel. Este sería el primer peldaño de la meta de Erick: crear sucursales de Doña Churrita a nivel nacional y, por qué no, en el extranjero.

“He viajado a Chile, en donde la comida peruana tiene gran aceptación. Sin duda, sería muy interesante llevar los churros allá”, nos cuenta.

Emprendedor gastronómico

Aunque Erick no ha estudiado gastronomía propiamente, sí es un amante de la buena comida. De hecho, este no es su primer emprendimiento. Antes ya ha abierto negocios relacionados a los helados u otros temas gastronómicos. Por el momento, está invirtiendo en los famosos bocaditos coreanos y espera seguir apostando por la gastronomía local.

“A los peruanos nos gusta comer. Solo hay que invertir todas nuestras capacidades en hacer un producto muy bueno”, finaliza.

Para más información, ingresa aquí: https://www.donachurrita.pe/