• Gianfranco Hereña: “TikTok también puede ser un espacio para la literatura”


    9 de agosto del 2022
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    Camila Calderón

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    Hace casi 10 años, Gianfranco Hereña creó El Buen Librero, una plataforma virtual enfocada en libros. Lo que inició como una bitácora de lectura personal, hoy es seguida por miles de personas -algunos de diversas partes del mundo-, lo cual lo ha colocado en un lugar preciado de la gestión cultural.

    En esta entrevista con Conectados, el Magazine de los Socios CCL, Gianfranco nos cuenta cómo se dieron sus inicios, en una vieja cuenta de Blogspot, y como fue virando hacia la omnicalidad, con el esfuerzo que eso significa para un canal cultural.

    Cuando inicias el Buen Librero, ¿tenías una estrategia en mente de lo que iba a ser?

    El Buen Librero nació como una bitácora de lectura personal. En aquel febrero de 2013 sucedieron muchas cosas: no tenía chamba, no tenía novia, uno de mis mejores amigos acababa de fallecer, y quise crear este espacio como una suerte de homenaje hacia él. Me dije: voy a ser un blog, pero uno transmedia, es decir, pensado para distintas plataformas: Facebook, Instagram, Youtube.

    ¿Sabías lo que significaba ‘transmedia’?

    Algo, pero como siempre ha pasado conmigo, en el camino fui aprendiendo. Así, subía una reseña al blog, luego la compartía al Facebook y la acompañaba en Instagram con un meme. A los 3 meses el blog sobrepasó mis expectativas. Incluso, una editorial independiente empezó a enviarme libros para reseñar. Esto funciona, me dije.

    Para el 2014, ya iba gratis a la Feria del Libro y tenía acceso para entrevistar a diversos autores, pero quería hacer algo diferente: convertirlo en un repositorio de lecturas, en donde la gente se aproxime a la literatura de manera amigable.

    Y luego llegaron los podcasts… ¿Cómo decidiste crearlos?

    Me sucedió lo que a muchas personas: estar en una combi y olvidar los audífonos. En ese momento, no queda de otra que someterte a Carloncho, a Galdós, a estas voces tan escuchadas. Y entonces se me ocurrió: ¿Qué pasaría si gente como ellos hablaran de literatura? Quizás pegaría. En ese tiempo, no tenía dónde grabarlos, pero ya estudiaba la maestría en la PUCP, así que les ofrecí hacer un programa cultural a través de un podcast a cambio de su cabina de radio. Y así fluyó.

    En 2018 empezamos más o menos bien; en 2019 explotó, ingresó entre los 50 podcast más escuchados del Perú… hasta que llegó la pandemia y adiós podcast.

    Pero la pandemia también sirvió para reinventar El Buen Librero…

    Me ayudó sobre todo a conectarme con mi comunidad, a conocer a quiénes estaban detrás de esos likes. Me dije vamos a aprovechar la virtualidad, así que inicié ciclo de entrevistas con autores internacionales como Edmundo Paz Soldán, Juan Villoro, Piedad Bonet. Y empecé las transmisiones en vivo. Desde allí contaba cuentos y la gente empezó a engancharse. Me visitaban 100 mil personas diariamente de varios países.

    ¿Qué crees que aprendió la gente durante este tiempo?

    Siento que antes la gente creía que la literatura era un juego de señores encopetados y con terno. Y de repente veían a un chibolo en polo desde su casa hablando de literatura, y se dieron cuenta de que la literatura podía ser divertida.

    Cuando hablamos de redes sociales, mucho se trata de ensayo y error. ¿Cómo sabes cuándo cambiar de estrategia o probar algo nuevo?

    Es una combinación de cifras, analítica y de ver el impacto en el público. Los dos primeros son meramente referenciales y lo tercero es el día a día. En esto último me ayuda mucho mi trabajo como docente, gracias a mi contacto con los jóvenes puedo saber qué piensan, qué les gusta y se me vienen las ideas.

    Además, siempre estoy tratando de perfeccionarme. A veces mi esposa me dice que soy soberbio porque paro ‘viéndome’, pero hay que asegurarse de que cada video salga bien.

    También te insertaste a la fiebre del TikTok. ¿Cómo fue llevar la literatura a esta plataforma?

    Hay que hackear la plataforma. Por ejemplo, un audio de Melissa Paredes te puede llevar a Helena de Troya o una pelea entre jugadores a la relación entre Patroclo y Aquiles. Esta plataforma también puede ser un espacio para la literatura. Y no siempre hay que valerse de virales. Yo hago mis recorridos de librerías, recomiendo libros, hay que adaptarse.

    ¿Te consideras metódico para organizar tu contenido?

    En realidad, soy muy desordenado, pero lo intento. Eso sí, cosa que se me ocurre la hago como sea. A las 5 am. Pienso en un reel, lo grabo rápido, lo edito en el carro y listo. Si sale bien, genial, sino no. Ya no me frustro como antes.

    ¿Las redes son muy crueles?

    Definitivamente. Hay que estudiar constantemente el algoritmo, pero también es vital pensar en un producto a largo plazo. Te aseguro que tu programa 10 será mejor que el 1, pero cuando la gente vea el 10, también querrá ver el 1.

    El próximo año, exactamente el 13 de febrero, cumples 10 años. ¿Cómo será la celebración?

    De hecho, estamos preparando una suerte de mini Feria del Libro junto a la comunidad de El Buen Librero. Habrá show de poesía, lecturas en vivo, conciertos, invitaremos a editoriales; queremos que sea una fiesta literaria.

    Ahora que ya podemos llamarte un ‘influcencer’, ¿Ganas dinero como tal?

    Se gana más por contrato que por redes; por anuncios en página web, por ahí que me da para un sueldo mínimo, pero no para vivir. De la cultura, vivir… es difícil.

    ¿Qué gratificaciones te ha dado El Buen Librero?

    El hecho de ayudar a mucha gente. Te cuento una anécdota: hace un par de meses me escribe un argentino y me dice “no sabes lo bien que le has hecho a Córdova. Cuando estábamos en Pandemia y muchos chicos no podían ir a la escuela, poníamos tu podcast en la radio comunitaria y los chicos se juntaban a escuchar al peruano que hablaba de literatura”. Eso me pareció lindo, porque, además, a raíz de eso, fueron sacando de la biblioteca libros que yo recomendaba.

    Hablemos sobre lo que realmente ofrece el Buen Librero que es literatura. ¿Por qué crees que todavía no leemos tanto?

    Son varias cosas. Por un lado, la lectura no debería ser obligatoria. Existe el cliché de que leer es bonito, leer es progreso, leer es algo que tienes que hacer. Pero una vez que un niño aprende a hacerlo, a los padres –no a todos, por supuesto- suele dejar de importarles. Si les dices que quieres estudiar una carrera relacionada con libros, pegan el grito al cielo. Por otro lado, los libros en el Perú son caros, no están dentro de la canasta básica familiar y, algo no menos importante, existe poco acceso a bibliotecas. Las pocas que hay se concentran en distritos de niveles socioeconómicos altos.

    Además, en las escuelas se enseña la literatura de forma ‘memorística’

    Claro. Los profesores no alientan al debate. En vez de pedirte una opinión, impulsarte a pensar, te piden que te memorices que hizo el personaje tal en el capítulo tal. Eso no está bien, eso mata la creatividad.

    ¿Qué cambios se vienen para El Buen Librero?

    Ahora me estoy tomando las cosas con calma. Estuve muy apretado con la Universidad, el colegio, El Buen Librero, y lo que necesito es reinventar completamente la plataforma. Ofrecer nuevas cosas. Aún no sé por dónde ir, pero sí sé que voy a renovarme.

    Para finalizar, ¿Qué tienes hoy más claro sobre la literatura?

    La literatura no debería ser un ejemplo de nada, no debería ser tomada como moraleja, ni darte un mensaje. El mensaje te lo creas tú mismo. La literatura tiene que hacerte pensar, dar pie a la interpretación.

     

     

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