Jaime Villanueva Quiliche es un empresario que ha dedicado su vida a mejorar la visión de las personas. Como CEO de JVQ Ópticas, ha evolucionado y se ha reinventado en la industria de la óptica en el Perú con un formato diferente al de ópticas tradicionales.

Su trayectoria le ha permitido obtener el reconocimiento internacional de la “Latin American Quality Institute” como empresario del Año 2022, y la “Perú Quality Certification 2022” para su empresa JVQ Ópticas.

Estos logros resumen la pasión por su trabajo y su compromiso con la excelencia en el servicio al cliente. Nosotros conversamos con él para conocer un poco de su historia.

¿Cómo se inició en el mercado de la óptica?
Desde el 2000 comencé mi carrera distribuyendo monturas a todo el Perú y conociendo las distintas necesidades en cada región. Al principio era agotador porque algunas zonas eran inaccesibles, pero llevar lentes de calidad a precios accesibles a todo el Perú me motivó.

¿Considera que tuvo una buena oportunidad?
Así es. Fue en el 2007 cuando logré ver una gran oportunidad en el Centro Histórico de Lima, rodeado de empresarios, letrados y ejecutivos. Decidí abrir la óptica más grande del Perú y quizás de todo América, con la más amplia variedad de monturas, productos ópticos y con la tecnología más moderna.

¿Cuál es su visión en el mercado peruano?
En Perú existe una gran diversidad cultural y es en esa riqueza en la que se basa nuestra visión. Queremos llevar a todo el Perú nuestro formato enfocado en el cliente, su cuidado visual y que puedan elegir un producto que refleje su personalidad.

¿Cree que existe una fórmula para el éxito?
Soy autodidacta. He estudiado electricidad, diseño de planos, optometría, importación y más, no tenía los medios económicos, pero desde joven ya tenía una meta, hoy tengo una cadena de ópticas y mis marcas propias, aunque no es debido a una fórmula exacta.

No obstante, creo que sí existen factores que se repiten cuando hablo con otros empresarios. Existen ingredientes como la perseverancia, disciplina, no tener miedo al fracaso o innovar siempre. Aunque, hay uno que considero clave: “el cliente” es el centro de todo.

¿Qué le dirías a ese Jaime Villanueva que soñaba con su emprendimiento?
Le diría que el camino a ese gran sueño no es tan fácil como cruzar caminando todo un distrito. Vas a recorrer mucho, te vas a sentir perdido y derrotado, vas a encontrar a gente que te oriente y otras que no lo harán y, cuando ya llegues a la meta, habrás madurado, tu visión será otra y se abrirán nuevas oportunidades.

No subestimes ninguna idea, incluye a los que amas en esa aventura, haz otras cosas que no sea solo trabajo, es en la felicidad en donde uno se reinventa.