La vida de Luz Bazalar cambió radicalmente cuando se convirtió en madre. Hasta entonces, jamás se había planteado dejar de trabajar, pero cuando nació su hijo sintió que quería pasar más tiempo con él. “Tampoco quería dejar de trabajar por completo. Allí me planteé por primera vez emprender”, confiesa. El empujón final vino con la pandemia. En plena crisis sanitaria, ella revivió su vieja pasión por las joyas y fundó Meraki, un emprendimiento que ya lleva dos años y medio y cuenta con su propia oficina en Jesús María y su taller en el centro de Lima.

“Meraki es como mi segundo hijo”, dice Luz. Este emprendimiento que se especializa en la venta de joyas de oro y plata y piedras preciosas, inició en su casa. Empezó vendiendo a sus conocidos, luego el boca a boca se fue regando hasta que llegaron los clientes fieles. “Vender joyas tiene que ver con la confianza. Por eso, tengo clientes que me acompañan desde que inicié hasta hoy”, afirma.

Su esposo: su fan

Luz cuenta que luego del trabajo, su esposo la ayudaba a empaquetar las joyas, distribuir y todo lo que hiciera falta para ayudarla. Al principio celebraban una venta cada fin de semana, hoy ella cuenta con una oficina propia en Jesús María, en donde recibe a sus clientes, y un taller donde trabaja con orfebres y diseñadores.

Aunque hoy en día, Luz ya no trabaja sola, sino que dirige un grupo de gente, todavía ella y su esposo dedican parte de la noche a crear nuevas ideas, pero siempre reservan un tiempo especial para su hijo pequeño. “Sigue siendo difícil porque mi hijo reclama o me pide jugar, yo trato de darle tiempo, pero también le explico que mamá y papá tienen que trabajar”, añade.

Mamá emprendedora

Para Luz lo más importante de ser emprendedora son las posibilidades de innovar, crecer y de reinventarse. “Sí, hay miedos, muchos riesgos, pero con el tiempo vas aprendiendo a afrontarlo, además si tienes la suerte de que tu familia te apoye mucho mejor”, explica.

En el futuro, Luz quiere ponerse a estudiar gemología, que es la ciencia que estudia las piedras, además a fines de 2023 espera que su joyería pueda ingresar a centros comerciales. “Estoy ahorrando un dinero para tener mi stand y poder llegar a más distritos. Quiero crecer, ser una cadena y tener más clientes”, asegura.