La reconocida marca de bisutería y accesorios Sifrah, destacada por su calidad y diseño, regresó a Puno para reencontrarse con sus raíces y celebrar junto a la comunidad que la vio nacer. En un evento cargado de emoción, tradición y música, Sifrah compartió su historia de esfuerzo, resiliencia y pasión por la belleza. Esta celebración no solo representó un retorno físico, sino también un homenaje a los orígenes de una marca que ha logrado destacarse en la moda peruana.

El regreso a Puno: Un encuentro emotivo con sus raíces

El retorno de Sifrah a Puno estuvo cargado de nostalgia y significado para sus fundadoras. Nacidas en el pequeño pueblo de Ollachea, Olga, Matilde, Denise y Yasmín Málaga siempre soñaron con construir un futuro lleno de posibilidades. “Nos fuimos de nuestro pueblo hace muchos años para construir nuestros sueños, y hoy regresamos con el mensaje de que sí se puede. Trabajamos arduamente, caímos, nos levantamos y seguimos adelante, porque así somos las mujeres de mi querido Puno: luchadoras, fuertes y resilientes", expresó Olga Málaga, una de las fundadoras, visiblemente emocionada.

Este evento estuvo marcado por un vibrante pasacalle, donde la música y la danza típica de la región rindieron homenaje a la esencia de Puno. Para agradecer a la comunidad que las ha apoyado a lo largo de los años, Sifrah ofreció un 20% de descuento en toda la tienda, una acción que buscaba devolver el cariño y la lealtad que han recibido desde sus inicios.

Sifrah: De los sueños de infancia a un imperio de moda en el Perú

La historia de Sifrah comenzó con un sueño de infancia, como lo relató Matilde Málaga, quien recordaba su niñez en las chacras de sus padres, buscando accesorios entre las flores que reflejaran su propia esencia. "Desde niña, buscaba collares y aretes que me hicieran sentir especial. Hoy, con Sifrah, queremos que cada mujer brille como quiera, porque la verdadera belleza está en ser una misma", comentó Matilde, con un brillo en los ojos mientras se dirigía al público presente.

Fundada en 2016, Sifrah ha crecido de manera impresionante, contando con 86 puntos de venta a nivel nacional y un enfoque claro hacia la internacionalización. A pesar de su expansión, la marca no ha perdido la esencia que la vio nacer: el esfuerzo, la pasión y el amor por la tierra que la inspira. Este regreso a Puno es solo un recordatorio de que los sueños, cuando se cultivan con dedicación y perseverancia, pueden convertirse en una realidad que no solo transforma vidas, sino que también inspira a muchas mujeres a alcanzar su máximo potencial.

Con este evento, Sifrah reafirma su compromiso con la mujer peruana, ofreciendo productos que permiten a cada mujer resaltar su belleza única y auténtica. Como concluyó Olga Málaga, "Gracias, Juliaca, por recibirnos con tanto cariño. Seguiremos creciendo juntos y llevando el mensaje de que cada mujer puede brillar con luz propia".

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