La atención hospitalaria está experimentando una transformación radical gracias a los avances de la tecnología digital. Las soluciones digitales están revolucionando la manera en que se brindan los servicios de salud, ofreciendo beneficios significativos tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud y los sistemas de salud en general. Esta evolución promete mejorar la calidad de la atención médica, aumentar la eficiencia y optimizar la gestión de recursos.

Uno de los principales beneficios de la digitalización en el sector salud es la mejora en la seguridad del paciente. Los sistemas digitales permiten recopilar y almacenar datos de forma estructurada, lo que facilita un seguimiento más preciso de los pacientes y ayuda a identificar posibles riesgos de manera oportuna. Esta capacidad de monitoreo constante y detallado es esencial para prevenir errores médicos y mejorar los resultados clínicos.

Un claro ejemplo de esto es el uso de historias clínicas electrónicas. Estos registros permiten a los médicos acceder a la información médica de los pacientes en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo que facilita la toma de decisiones informadas. Al tener un acceso rápido y confiable a los antecedentes médicos, los profesionales de la salud pueden tomar decisiones más acertadas, mejorando así la calidad de la atención brindada.

Además de mejorar la seguridad del paciente, las soluciones digitales también están aumentando la eficiencia del sistema de salud. Al automatizar tareas administrativas, como el agendamiento de citas y la gestión de recursos, los profesionales de la salud pueden liberar tiempo para centrarse en la atención directa al paciente. Un sistema de agendamiento automatizado, por ejemplo, no solo facilita la organización de horarios, sino que también advierte sobre posibles conflictos de programación, optimizando el uso del talento humano y los recursos disponibles.

La experiencia del paciente también se beneficia significativamente con la digitalización. Las soluciones digitales permiten a los pacientes acceder a información sobre su salud, programar citas y realizar consultas de forma remota. Esto no solo agiliza los procesos, sino que también ofrece mayor libertad y comodidad a los usuarios, mejorando su satisfacción con los servicios de salud. Además, las aplicaciones móviles de salud ayudan a los pacientes a controlar su medicación y a hacer un seguimiento de su progreso, promoviendo una mayor adherencia al tratamiento y un mejor manejo de enfermedades crónicas.

Otro aspecto crucial en esta transformación digital es la interoperabilidad de los sistemas de información en salud. Este concepto se refiere a la capacidad de diferentes sistemas de compartir y utilizar la información de manera eficiente. La interoperabilidad permite que las historias clínicas de los pacientes estén disponibles en cualquier hospital o clínica, facilitando una atención más ágil y efectiva. Esto es especialmente importante en situaciones de emergencia, donde el acceso rápido a la información médica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

En resumen, la adopción de soluciones digitales en la atención hospitalaria es una tendencia en crecimiento a nivel mundial. A medida que estas tecnologías continúan desarrollándose, su impacto en la atención médica será aún mayor en los próximos años, ofreciendo oportunidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes y la eficiencia de los sistemas de salud.

No obstante, la implementación de estas soluciones digitales debe realizarse de manera ordenada, responsable y ética. Es fundamental garantizar que los datos de los pacientes se protejan adecuadamente y que se respeten sus derechos a la privacidad. Solo así se podrá aprovechar todo el potencial de la digitalización en el sector salud, asegurando que sus beneficios se extiendan a todos sin comprometer la seguridad y la confianza de los usuarios.

Con información de Lissete Mathey, managing director en Perú de Siemens Healthineers, asociado a la Cámara de Comercio de Lima.