Maná hizo vibrar el Estadio San Marcos en una noche de emoción y energía
La banda mexicana realizó un gran concierto en el Estadio San Marcos como parte de su gira "México lindo y querido tour". Revive el evento musical en imágenes.
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Sandi Narciso
snarciso@camaralima.org.pe
En una noche llena de pasión musical y fervor, la legendaria banda de rock mexicana, Maná, hizo vibrar el Estadio San Marcos como parte de su monumental gira "México Lindo y Querido Tour". Los fanáticos peruanos colmaron el recinto con una energía palpable, creando una atmósfera electrizante que resonó en cada nota.
Desde el momento en que se abrieron las puertas del estadio, una marea de seguidores ansiosos inundó el lugar, ansiosos por presenciar el espectáculo que prometía ser inolvidable. Afrodisiaco, la banda liderada por Koky Bonilla, tuvo el honor de inaugurar la velada, calentando los motores con su ecléctica mezcla de ritmos y su energía contagiosa. Con su música enérgica y su estilo único, la agrupación peruana preparó el terreno para lo que estaba por venir.
Y entonces, cuando las luces se atenuaron y el clamor de la multitud alcanzó su punto máximo, Maná ascendió al escenario, recibidos por una ovación ensordecedora. Desde el primer acorde, la banda demostró por qué es una de las más grandes leyendas del rock en español, cautivando a la audiencia con su poderosa presencia escénica y su repertorio repleto de éxitos atemporales.
Entre canciones como "Labios compartidos", "Clavado en un bar" y "Rayando el sol", Maná llevó a sus fans en un viaje emocional a través de décadas de música, haciendo que cada momento fuera una experiencia inolvidable. La conexión entre la banda y su público era palpable, cada melodía coreada con fervor y cada verso cantado con pasión.
Fotos del concierto de Maná en el Estadio San Marcos
Pero más allá de la música, el concierto de Maná fue un tributo a la unidad latinoamericana y la celebración de la cultura compartida entre Perú y México. Con mensajes de amor, esperanza y conciencia social entrelazados entre las canciones, la banda dejó claro que está orgullosa de sus raíces mexicanas.
A medida que la noche llegaba a su clímax, con el estadio resonando con los coros de miles de voces, Maná demostró una vez más por qué sigue siendo una fuerza imparable en el mundo de la música latina. Y mientras las luces se desvanecían y los ecos de la última canción se desvanecían en la oscuridad, quedaba claro que esta noche en el Estadio San Marcos no solo había sido un concierto, sino un momento de magia compartida que perduraría en la memoria de todos los peruanos por mucho tiempo.
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