La región de Puno se prepara para recibir a más de 300,000 turistas, entre nacionales y extranjeros, en las próximas semanas, quienes participarán en las actividades de la Festividad de la Virgen de la Candelaria 2024. La información fue destacada por Marco Antonio Ojeda Challco, titular de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) de Puno.

En una comparación con ediciones anteriores, Ojeda Challco recordó que en la última celebración, en febrero de 2020, alrededor de 80,000 turistas se registraron en hoteles formales. Sin embargo, señaló que muchos visitantes eligen hospedajes informales que no están oficialmente registrados. Ante esta situación, el titular de la Dircetur proyecta que en la edición de 2024 se superarán los 300,000 turistas, considerando tanto la oferta formal como la informal.

Challco aseguró que los servicios de hospedaje en la región están completamente preparados para recibir a los visitantes, especialmente durante los días centrales de la festividad. Destacó la capacidad de la infraestructura hotelera en la ciudad de Puno y resaltó que este flujo turístico contribuirá significativamente a la reactivación económica local, generando beneficios económicos para los habitantes de la ciudad.

Viaje fascinante a la herencia cultural

La festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno no se limita a ser una celebración religiosa; es un fascinante viaje a través de una rica herencia cultural que define la ciudad. Arraigada en la fusión de creencias prehispánicas y la influencia católica, esta festividad es un testimonio vivo de la armoniosa mezcla entre lo espiritual y lo terrenal.

Durante este tiempo único, las calles empedradas de Puno se transforman en un escenario lleno de colores vibrantes, melodías envolventes y danzas que narran la historia ancestral. Esta celebración no solo honra a la Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad, sino que también celebra la diversidad de expresiones culturales que hacen de Puno un lugar especial en el corazón de Perú.

La festividad no es solo un evento; es una experiencia que trasciende el tiempo, conectando el pasado con el presente y proyectando una luz resplandeciente hacia el futuro. Una fiesta donde la fe se entrelaza con la música y la danza, y donde las tradiciones locales se despliegan con esplendor, prometiendo una experiencia inolvidable para todos los participantes.

Con información de la agencia Andina.