Limpieza hospitalaria sostenible: 5 prácticas para proteger la salud y reducir el impacto ambiental
La sostenibilidad en los hospitales no solo implica proteger el entorno, sino también garantizar espacios más seguros para pacientes, personal médico y visitantes.
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Empresa: Grupo EULEN Perú / Código de asociado CCL: 010927.2
Sandi Narciso
snarciso@camaralima.org.pe
Los establecimientos de salud enfrentan un desafío permanente: mantener altos estándares de limpieza mientras buscan reducir el impacto ambiental derivado de sus operaciones. Este equilibrio requiere innovación, protocolos rigurosos y un manejo responsable de los recursos. En este contexto, la sostenibilidad no solo responde a criterios ambientales, sino también a un componente social, al influir directamente en la salud, la seguridad y el bienestar de pacientes y trabajadores.
Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Lima Metropolitana genera más de 23.000 toneladas de residuos biológicos y químicos al año procedentes de hospitales y clínicas, de los cuales menos del 3 % recibe un tratamiento adecuado. Esta cifra evidencia la urgencia de fortalecer las prácticas de limpieza y manejo de residuos dentro del sector salud. Frente a esta situación, María Elena Iturrizaga, gerente de Limpieza y Medio Ambiente del Grupo EULEN Perú, identifica cinco prácticas que están marcando una diferencia en la transición hacia entornos hospitalarios más sostenibles.
“Cada acción cuenta: reducir consumos, usar productos responsables o reforzar la capacitación del personal son pasos concretos hacia una gestión hospitalaria más segura y sostenible”, afirmó Iturrizaga.
Estrategias de limpieza sostenible en hospitales: reducción de consumos y gestión de residuos
1.- Reducir consumos sin afectar la calidad. La implementación de programas de ahorro de agua y energía dentro de las rutinas diarias contribuye a la eficiencia operativa. El uso de sistemas de dosificación inteligente permite emplear la cantidad justa de productos químicos, evitando desperdicios y disminuyendo emisiones innecesarias.
2.- Promover productos responsables. La especialista destaca la importancia de adquirir insumos certificados y ecoamigables, que reducen la exposición a agentes tóxicos y favorecen el uso de materiales biodegradables. Esta práctica disminuye riesgos ambientales y mejora la seguridad para los equipos de limpieza y los usuarios del sistema de salud.
3.- Gestionar correctamente los residuos. La clasificación rigurosa de los residuos hospitalarios, diferenciando los peligrosos de los reciclables, permite un manejo más seguro y eficiente. Además, la eliminación progresiva del plástico de un solo uso refuerza el compromiso del sector con prácticas vinculadas a la economía circular.
4.- Apostar por la innovación tecnológica. El uso de sensores y sistemas de monitoreo en tiempo real contribuye a verificar la efectividad de las labores de limpieza y a identificar puntos críticos de infección. Estas herramientas mejoran el control en áreas sensibles y optimizan el uso de recursos.
5.- Invertir en capacitación especializada. La formación continua del personal en nuevas tecnologías, productos y medidas de bioseguridad garantiza el cumplimiento de protocolos y fortalece la cultura de prevención dentro de las instituciones de salud.
En un escenario donde la eficiencia y la salud están estrechamente relacionadas, “apostar por la limpieza sostenible es invertir en el futuro: entornos más saludables, procesos más inteligentes y un impacto ambiental cada vez menor”, concluyó Iturrizaga.
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