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Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan un aumento de peso, particularmente en el área abdominal. Este fenómeno está directamente relacionado con los cambios metabólicos que provoca la disminución de estrógenos en el cuerpo, generando una inflamación crónica de bajo grado. Sonia Pérez, médico endocrinóloga del Centro Médico Clínica Ricardo Palma, sede Plaza Lima Sur, explica que este proceso no solo afecta la estética, sino que también eleva el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, entre ellos, el de mama, útero y colon.
Cambios en la distribución de la grasa durante la menopausia
Uno de los principales efectos de la menopausia es el cambio en la distribución de la grasa corporal. La doctora Pérez señala que, al disminuir los niveles de estrógenos, la grasa se redistribuye de un patrón ginecoide (en forma de pera) a un patrón androide (en forma de manzana), lo que aumenta la acumulación de tejido adiposo en la zona central del cuerpo. Este cambio puede generar complicaciones adicionales, como una mayor predisposición a sufrir enfermedades relacionadas con la inflamación crónica y el aumento del tejido graso visceral.
Además del aumento de peso, las mujeres en esta etapa enfrentan un riesgo significativo de pérdida ósea, o osteopenia, que puede avanzar hacia la osteoporosis si no se trata a tiempo. Las mujeres con obesidad, en particular, tienen una mayor tendencia a desarrollar osteoartritis, lo que agrava los problemas articulares característicos de la menopausia.
La menopausia no solo afecta el peso corporal, sino también la salud ósea y metabólica. Es fundamental que las mujeres en esta etapa de la vida se enfoquen tanto en el control del peso como en la prevención de la sarcopenia (pérdida de masa muscular), para mantener una buena calidad de vida y prevenir afecciones a largo plazo.
Consejos para mantenerse en forma
Durante la menopausia es posible controlar el peso e incluso perder unos cuantos kilos como una forma de cuidar la salud y prevenir la aparición de patologías crónicas.
— Realice actividad física, en promedio 150 minutos a la semana, que incluya ejercicios de fuerza, flexibilidad y actividad aeróbica.
— Descanse lo suficiente. Cuando dormimos, el cerebro y todo el organismo se reparan.
— Siga una dieta balanceada para evitar la ganancia de peso abrupta que puede darse durante la transición a la menopausia.
— Aprenda a manejar el estrés y ansiedad. Incorpore a su vida actividades como meditación, yoga y terapia cognitivo-conductual para mantener una actitud positiva y relajada.
— Acuda a sus controles médicos para la evaluación del perfil metabólico, especialmente si en su familia existen antecedentes de enfermedades cardiovasculares.