Cada 23 de junio se celebra el Día Internacional de la Mujer Ingeniera, una fecha creada por la Women’s Engineering Society (WES), cuyo objetivo es el de difundir la labor de las mujeres en una profesión que históricamente ha sido ocupada por hombres.

Para conmemorar este día, En Conectados, El Magazine de los Socios CCL, invitamos a la ingeniera civil Yessica Palacios, gerente de proyectos de Arquimia Inmobiliaria, quien nos cuenta lo que ha significado para ella su profesión y cómo ve el panorama de la ingeniería en las mujeres en el futuro.

¿Por qué decidiste ser ingeniera?

Desde niña viví rodeada de planos, cascos y botas debido a que mi hermana mayor y mis tíos son ingenieros. Siempre sentí que la Ingeniería, como muchas otras carreras, permite mejorar la calidad de vida de las personas a través de la infraestructura que se construye y eso me hace muy feliz.

Sin embargo, en la universidad sí fuiste consciente de la disparidad que existe en esta profesión…

Imagínate que en el salón eran 60 alumnos y solo 8 éramos mujeres. Al principio pensé que iba a ser difícil, pero tuve la suerte de tener buenos compañeros, muy atentos con nosotras y que realmente querían avanzar en la carrera. Estudiamos siempre de la mano.

¿Y cómo fue en tu experiencia laboral?

Allí sí fue distinto, sobre todo al inicio. Recuerdo haberme enfrentado por primera vez a cerca de 300 trabajadores, todos hombres, que me retaban constantemente por medio de preguntas o actitudes de desinterés ante mis indicaciones. Fueron dos meses difíciles, pero poco a poco aprendí a comunicarme con ellos, entendí que también exigían respeto hacia sus conocimientos y prácticas de trabajo. Aprendí a escucharlos más y a valorar sus aportes. Cuando me di cuenta ya éramos un equipo sacando adelante la obra.

¿Sientes que es difícil ser una mujer ingeniera?

Antes lo era aún más porque se creía que éramos muy suaves y débiles de carácter, pero con los años estos prejuicios se están borrando de nuestra sociedad y eso me da mucho gusto. Antes, los trabajadores no solían llamarnos ingenieras a las mujeres, sino “señoritas”. Actualmente, eso está cambiando.

¿Qué crees que es lo más gratificante de ser ingeniera?

En mi caso, como ingeniera civil, ¡ver materializado el sueño de tantas personas! La construcción de una infraestructura, cualquiera que sea: un edificio de viviendas, de oficinas, una central hidroeléctrica, una línea de metro, u otra, genera bienestar, mejora la calidad de vida de las personas, cumple sueños. En ese sentido, ser ingeniera significa trascender a través de nuestras obras, hacer el bien.

¿Cuáles son tus próximos planes como ingeniera?

A mí siempre me ha interesado mucho la educación, y por lo que he visto, aún falta capacitar a los ingenieros en gestión y nuevas tecnologías. Por esa razón, estoy a punto de lanzar una plataforma de aprendizaje llamada CoGestiona, en donde daremos clases virtuales a ingenieros e ingenieras sobre herramientas de gestión y liderazgo.