En el tejido económico peruano, la falta de alineación entre la educación y el mundo empresarial se revela como una brecha que obstaculiza el desarrollo del país. Este problema, identificado como uno de los mayores impedimentos para el progreso económico, se magnifica al comparar la productividad con naciones vecinas, como Chile. Este escenario resalta la urgente necesidad de adaptar la formación académica a las demandas cambiantes del sector empresarial. Conscientes de este desafío, el Instituto de Educación Superior Elitec y la Asociación Peruana de Software Tecnologías y Economía Digital (Apesoft) no solo lo reconocen, sino que han asumido el compromiso audaz de brindar soluciones tangibles.

La falta de conexión entre el sector educativo y el privado es abordada directamente por estas prestigiosas instituciones, que buscan establecer un vínculo sólido entre la teoría educativa y las prácticas empresariales contemporáneas.

En este contexto, Apesoft y Elitec se destacan como agentes de cambio, abordando la raíz del problema mediante programas de formación especializada en tecnologías emergentes. Su iniciativa no solo pretende cerrar la brecha existente, sino también impulsar el desarrollo de profesionales alineados con las necesidades del mercado actual. Este enfoque, más que una colaboración, es un paso audaz hacia un crecimiento económico robusto y sostenible.

Elitec, con su compromiso en ofrecer educación de calidad, se erige como una institución peruana innovadora y tecnológica. Su enfoque orientado globalmente busca formar profesionales técnicos competitivos y emprendedores, fundamentados en principios de honestidad, ética y responsabilidad social.

Por otro lado, Apesoft, como entidad sin fines de lucro, tiene como misión impulsar el desarrollo empresarial y social de sus afiliados, fomentando la mejora continua de la calidad de sus productos y proporcionando asistencia en sus actividades.

La colaboración entre estas dos instituciones no solo aborda un problema presente, sino que también es un paso firme hacia una armonización duradera entre la educación y el sector productivo, delineando un camino hacia la prosperidad económica y la competitividad sostenida para el futuro del Perú.