San Martín es uno de los lugares turísticos más ricos de la selva de nuestro país. En ella encontramos ciudades como Tarapoto, también conocida como la Ciudad de las Palmeras, o Moyobamba, conocida como la Ciudad de las Orquideas.

Este es uno de los destinos tropicales más buscados del Perú, por sus paisajes, su gastronomía, sus costumbres y por el recibimiento que le brinda la gente a cada uno de sus visitantes.

Si todavía no llegaste a conocerla, los expertos en turismo de Super Tours nos presentan los lugares turísticos que encontrarás en el Departamento de San Martín, un mágico lugar que te conectará con la naturaleza pura.

Catarata de Ahuashiyacu

A 14 km por la carretera de Yurimaguas se ubica esta gran caída de agua en medio de la imponente vegetación. Su nombre, traducido del quechua, significa “agua que ríe” o “agua cantarina. Esto debido a una popular leyenda de la zona. Esta indica que el jefe de una tribu le ordenó a un brujo convertir a su hija, de inigualable belleza, en agua, para tenerla siempre consigo.

Tras acatar la orden, dicha catarata prevalecería frente a las demás por su hermosura y traería alegría a la gente. Para llegar a ella y disfrutar de un baño refrescante en una fuente natural de agua fría rodeada de frondosos árboles, se tiene que hacer una caminata en medio de la selva.

Reserva ecológica Tingana

A 20 km al noreste de Moyobamba hasta la Boca de Huascayacu (puerto en el río Mayo) por carretera afirmada (40 minutos en auto). Luego el camino continúa hacia Tingana (río Avisado) en bote a motor (45 min).

Es un ecosistema húmedo y único en el mundo por su altitud (800 m s. n. m.). Entre sus abundantes plantas destacan el aguaje y el renaco; la habitan mamíferos (lobos de río, monos frailes, pichicos, machines negros y perezosos), aves, peces, reptiles e insectos.

Naciente del Río Tíoyacu

Se puede apreciar las aguas cristalinas del río Tío Yacu en las faldas de una montaña, a 898 m s. n. m. En su recorrido se forman pozas y pequeñas cascadas en medio de un bello escenario paisajístico. También se puede disfrutar de un refrescante baño. Este lugar cuenta con todos los servicios. Un paraíso para disfrutar en familia.

Este atractivo natural se encuentra en la localidad de Segunda Jerusalén, a 14 kilómetros de Rioja, 20 minutos en auto y 10 minutos a pie.

Morro de Calzada

Mirador panorámico natural de 360º con formaciones calcáreas. El morro se levanta en medio de la llanura del valle del Mayo, a una altura de 575 m. Está a una altitud de 1 430 m s. n. m.

Desde la cima se puede observar las ciudades de Moyobamba y Rioja. También la densa vegetación y belleza paisajística del lugar. Su clima es propio de los bosques húmedos nubosos, templado en el día y frío en las noches.

Está poblado por milenarios almendros, orquídeas y bromelias. Se puede realizar caminatas para apreciar la flora y fauna del lugar.

Laguna Azul

Cuenta la leyenda que, en las profundidades de esta laguna, viven sirenas, las cuales, una vez al año, seducen a hombres mayores para llevarlos hacia lo más profundo y divertirse con ellos. Es por ello que este atractivo turístico es la perfecta mezcla de misticismo, naturaleza y exquisita gastronomía.

Para llegar a ella, deberás recorrer la carretera con hermosos paisajes y tomar un ferry para cruzar el río Huallaga y así, disfrutar del enorme y hermoso espejo de agua de 5 kilómetros de extensión. Podrás divertirte con paseos en moto acuática, relajarte en la tranquilidad de un bote y degustar la deliciosa gastronomía amazónica, caracterizada por la presencia de pescado y frutas exóticas.

Aguas sulfurosas de Oromina

Ubicados sobre las faldas del Cerro Oromina, a una altura de 900 m s. n. m. Los baños están rodeados de un ambiente natural y sus aguas tienen una temperatura de 8 °C. Tras una corta caminata de 15 min, se puede visitar también la cascada de Asnayacu. Los baños sulfurosos están a 7 km de Moyobamba.

Castillo de Lamas

A 21 kilómetros al noroeste de Tarapoto, se ubica un deslumbrante castillo, que fue creado por el empresario italiano Nicola Felice en el 2005 con la intención de que sea su hogar. Años después, sin embargo, Felice decidió compartir este lugar con los pobladores del lugar y con los turistas que quisieran llegar a conocerlo.

Además de conservar el diseño medieval con increíbles vistas de la selva peruana, en sus cinco pisos interiores posee pinturas clásicas italianas fusionadas con simbología de Perú y extrañas esculturas que representan al Chullachaqui, un supuesto duende que habita en la selva peruana.