En Perú, entre los meses de enero y julio de este año, se atendieron más de 900 mil casos relacionados con trastornos mentales y problemas psicosociales en diversos establecimientos del Ministerio de Salud (MINSA). Esta cifra evidencia la creciente demanda de servicios de salud mental en la sociedad. Según Liseth Paulette Fernández, decana de la carrera de Psicología de la Universidad Científica del Sur, en la actualidad solo hay alrededor de 54 mil psicólogos registrados en el Colegio de Psicólogos del Perú, una cantidad insuficiente para atender a una población que supera los 33 millones de habitantes.

De acuerdo con Paulett, la falta de psicólogos capacitados para abordar problemas emocionales y psicológicos ha generado una sobrecarga en los profesionales existentes, con consecuencias directas para la salud mental de la población. “La carencia de personal de salud se hace evidente en la prolongación de los tiempos de espera para las consultas y la limitación en la disponibilidad de servicios óptimos, afectando no solo la calidad de vida de las personas, sino también aumenta la carga al sistema de salud. Esto se traduce en mayores costos asociados a tratamientos más complejos y prolongados, así como en la complicación de los problemas psicológicos que no son tratados a tiempo”, señala.

Asimismo, la decana menciona que la prevención, promoción, diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales para contrarrestar el aumento de problemas psicológicos y garantizar un bienestar emocional duradero.

"Si bien se estima que más de seis millones de personas en el país enfrentan problemas de salud mental y necesitan atención profesional, resulta fundamental normalizar la prevención en este ámbito, ya que, en muchos casos, las personas experimentan resistencia a buscar ayuda especializada, ya sea por temor o vergüenza. Sin embargo, el reconocimiento de síntomas puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los individuos, evitando desenlaces lamentables", indicó Liseth Paulette Fernández.

En esa línea, la experta indica que, en el Perú, los trastornos de mayor prevalencia son la ansiedad, la depresión, el síndrome del maltrato, las condiciones emocionales y del comportamiento, especialmente en niños y adolescentes. Asimismo, también se ha identificado casos de desórdenes psicológicos.

Del mismo modo, la especialista comenta que es fundamental la preparación y profesionalización de futuros expertos en salud mental. En ese sentido, es necesario impulsar y fortalecer el acceso a una educación de calidad e innovadora para estos profesionales en formación, pues no solo reforzará la atención psicológica, sino también contribuirá significativamente al bienestar emocional de la sociedad.

"El llamado a la acción es claro, se requiere una inversión urgente en la formación y contratación de psicólogos para hacer frente a esta creciente crisis. Además, se insta a la implementación de políticas que fomenten el acceso equitativo a servicios psicológicos salud mental", resaltó la especialista.

Por otro lado, la vocera resalta la importancia de implementar políticas públicas que prioricen la atención psicológica, así como la inversión en programas de prevención y sensibilización, como medidas esenciales para afrontar este desafío y garantizar el bienestar emocional de la población. “La colaboración entre el gobierno, instituciones educativas y la sociedad civil se presenta como elemento clave para superar este reto y construir un sistema de salud mental sólido y accesible para todos”, agrega la experta en psicología.